viernes, abril 11, 2008

Antes no paraba de llover

Acabo de abrir la ventana. Me encanta que la ventana esté abierta las noches de lluvia.
Cuando vivía con mis padres, y pasaba la mayor parte de mi tiempo en casa en mi habitación, veía tardes de lluvia que no acababan, aveces nieve, aveces con una estufa de butano y una taza de colacao caliente sobre la mesa; y me asomaba a la ventana. Por las noches, estudiando o sentado junto al ordenador, a mi derecha estaba la ventana que me encantaba mantener abierta y asomarme por ella para ver como llovía.

Ahora es diferente. Abro la ventana porque quiero oír y oler la noche de lluvia, la habitación está igualmente a oscuras con la única luz del monitor, pero el paisaje que veo por la ventana no es un valle verde asombrado por la noche y regado hasta que amanece, sino que es ese desolado paisaje de antenas y de cables.

Además, aquí llueve 20 minutos y antes...
...antes no paraba de llover.



Como extraño esos días en que no veíamos el sol durante semanas.

1 comentario:

Eva dijo...

Cuatro gotas mal contadas fue lo que cayó ayer. Yo también quería que lloviera mucho y lo único que sirvió fue para ensuciarme el coche.
Un muak.